Xènia Roset

periodista gastronómica

OpenKitchen.- ¿Conocías al arquitecto, al interiorista y al chef antes de entrar al restaurante?  

Xènia Roset.- Antes de entrar conocía al chef, sí. Al arquitecto e interiorista les conocí a posteriori, cuando ya llevaba unos meses trabajando con Raurich.

OpenKitchen.- ¿Cómo crees que influye el espacio arquitectónico y el decorado de un local sobre la experiencia gastronómica?

Xènia Roset.- Influye y mucho, para bien o para mal, por supuesto. Puede hacer que la experiencia gastronómica en un restaurante se viva de una forma u otra, mejor o peor. Obviamente no lo es todo, sino que forma parte del todo. Un elemento más a tener en cuenta que muchas veces se nos pasa por alto pero que en el fondo influye, y mucho, en la manera en cómo percibimos la experiencia. A veces ayuda incluso a una oferta gastronómica que no es la esperada, y al revés, si la comida está muy rica pero el local no acompaña puede que la experiencia vivida no sea la esperada. Es un aspecto más que conforma la experiencia. E incluso puede contribuir a aportar ese plus o ese “toque” por el que un cliente esté dispuesto a ir a tu restaurante y no a otro.


El entorno, las vistas, la arquitectura del local… todo influye a la hora de percibir los sabores. 

OpenKitchen.- ¿La arquitectura y el diseño de un local puede influir en la percepción de los sabores?

Xènia Roset.- Es complicado afirmarlo, aunque creo que al final todo influye. Los sabores son los que son, y en mi opinión no debería. O no únicamente. Pero es así… ¿no os ha pasado nunca que coméis un arroz a pie de playa y os parece el mejor arroz del mundo? El entorno, las vistas, la arquitectura del local… todo influye a la hora de percibir los sabores.

OpenKitchen.- ¿Crees que el proyecto arquitectónico y el diseño aporta algo a la comida?

Xènia Roset.- Son un elemento más, sin ninguna duda. Como he comentado anteriormente, aportan una atmósfera, un ambiente que hace que la persona perciba una serie de sensaciones al entrar al local que ayudan o no a vivir una experiencia 100% gratificante, en conjunto. 


Busco sobre todo personalidad y diferenciación pero que vayan acompañados de una buena oferta gastronómica, claro está.

OpenKitchen.- ¿Qué aspectos arquitectónicos de un restaurante nuevo te animan a entrar: color, luz, orden, acústica, sostenibilidad, funcionalidad, etc. 

Xènia Roset.- La luz sería quizás uno de los factores más importantes. No me gustan los restaurantes oscuros, donde tienes que hacer un sobreesfuerzo para ver lo que estás comiendo, o donde el ambiente sea frío. Me gusta comer en un espacio donde la luz sea la justa, ni mucha ni poca… las sombras, o que una luz te deslumbre mientras comes no es agradable. Tampoco me gustaría estar en un local donde hay música muy alta, ya que la música creo que debería servir única y exclusivamente de ambiente. Y aquí también jugaría un papel importante el diseño o la arquitectura del restaurante, ya que según los materiales que intervengan en la construcción del restaurante, se oirá de una manera u otra. Igual de importante me parece el tema de la climatización del local. No hay nada más molesto que entrar en un local donde tienen el aire acondicionado muy alto, aunque sea verano. O no lo tienen bien ventilado, y nada más entrar te empañas de olores. El tema de colores quizás es el que menos me moleste, siempre y cuando tengan un poco de coherencia (no colores muy chillones). Me gusta que sean espacios amplios, abiertos, que te hagan disfrutar de aquello que ves, que sean cómodos, ... pero en líneas generales dependerá también del tipo de local que busques. No es lo mismo si buscas un local para ir a comer con la familia, que uno para ir con tu pareja o con amigos… por poner un ejemplo, si voy a un restaurante de cocina tradicional busco que sea un local estéticamente con materiales elementales, poco tratados (madera, piedra, hierro…) un local que diríamos “de toda la vida”, más bien rústico. Y en cambio si buscase un restaurante de cocina fusión buscaría más encontrarme con un local con toques modernos, futuristas, innovadores… sobre todo que vaya acorde con la oferta que dan a los comensales. Busco sobre todo personalidad y diferenciación pero que vayan acompañados de una buena oferta gastronómica, claro está. Si es un local de años, antiguo, me gusta también que no se pierdan detalles del espacio original. La funcionalidad y la distribución del espacio creo que también son fundamentales, que tengas intimidad en según qué locales es de agradecer… y sobre todo la comodidad. Puede ser muy bonito en cuanto a diseño pero ser muy incómodo a la vez, y creo que las dos cosas no tienen que por qué ser incompatibles. 

Xènia Roset
periodista gastronómica

Licenciada en Periodismo y con una amplia trayectoria en diferentes medios, actualmente trabaja en el programa gastronómico Deixa’m tastar como editora, redactora y locutora, trabajo que, en el momento de esta entrevista,  combinaba con el de jefa de comunicación y encargada de la gestión de los restaurantes Dos Palillos y Dos Pebrots.

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